"Al aprender, el ser humano se
transforma; si no fuera así, la evolución y la civilización no se
explicarían..."
El aprendizaje no puede ser catalogado como trivial, ya que es un proceso muy complejo en el que convergen diferentes elementos, más allá del clásico triángulo maestro-alumnos-padres. Hoy sabemos que interviene en buena medida el entorno socioeconómico, cultural y político en el que estamos inmersos.
Este proceso traspasa los límites de remitirnos a la memorización o al dominio de una larga lista de contenidos, en el que como docentes sólo intervenimos como "mediadores". Ahora, lo que buscamos, es que nuestros alumnos se enfrenten ante una situación problemática concreta para que pongan en juego todos sus conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes y valores...desechando la concepción de la asimilación pasiva y acrítica, para dar lugar a la apropiación de maneras diferentes, es decir, de la re-construcción personal de su aprendizaje.
Así, se garantiza la significatividad de lo que se aprende, logrando el desarrollo de competencias, entendiéndoloas (según Perrenoud) como "una capacidad de actuar de manera eficaz en un tipo definido de situación , capacidad que se apoya en conocimientos, pero que no se reduce a ellos".